El Futbol Club Barcelona firmó, el pasado sábado 21 de setiembre, su peor arranque liguero desde la temporada 1994-1995. En aquella época, el equipo entrenado por el holandés Johan Cruyff, llevaba los mismos números, a día de hoy,  que el Barcelona de Ernesto Valverde: dos victorias, un empate y dos derrotas.

Cabe recordar también que el equipo azulgrana tampoco ganó en su debut en la UEFA Champions League, frente el Borussia de Dortmund en Alemania.

Los catalanes, fuera del Camp Nou, están irreconocibles. Dos derrotas en Liga frente al Athlétic Club y Granada, y un empate ante Osasuna, provoca que la afición culé empiece a buscar culpables.

¿Quién o quiénes son los responsables de esta situación?

Hay diversidad de opiniones, respecto a quien o quienes son los culpables de la situación actual del Futbol Club Barcelona. Una parte de la afición apunta a los jugadores y al cuerpo técnico, la otra parte, va más arriba y apunta a la directiva.

Bajo mi punto de vista, la responsabilidad se divide entre la directiva y el entrenador. A los jugadores se les podrá juzgar en el momento que haya otra persona en el banquillo y se pueda comprobar de verdad, si el problema era el entrenador o no.

Responsabilizo a la directiva, porque lleva al Barcelona como si fuese una empresa. Quiere cerrar sus cuentas en positivo año tras año y quiere convertirse como sea a ser el primer club en el mundo, en llegar a los 1.000 millones de euros en ingresos.  Lleva cinco años con un escaso acierto en el mercado, con jugadores que no se adaptan al estilo del equipo como Arda Turan, André Gomes, Yerri Mina entre otros. Y por último, el ridículo de este año con el no fichaje de  Neymar Jr.

Responsabilizo a Ernesto Valverde, porque ha demostrado que no es entrenador para el Barça. Es verdad que se han ganado las dos últimas Ligas con unos números de escándalo y una Copa del Rey; es cierto que ha sido valiente, a la par que confiado, para dar oportunidades a jugadores jóvenes y de la casa esta temporada, pero las debacles de la Champions ante la Roma y el Liverpool han dejado huella. No se puede entender que se pierdan dos eliminatorias de Champions, encarriladas ya en casa, con goleadas en contra y con una imagen lamentable. No le ha sabido encontrar el sitio, ni sacarle rendimiento al futbolista más caro de la historia del club, Philippe Coutinho, cedido ahora al Bayern de Múnich. Ha descartado jugadores que ahora destacan y triunfan en otros equipos como Paco Alcacer, en el Borussia de Dortmund, o Denis Suarez y Rafinha, en el Celta de Vigo. Y aún no le ha encontrado sitio a Antoine Griezmann.

Con la lesión de Lionel Messi, hemos podido comprobar cómo será el Barça que está por venir, y si el club no empieza a buscar soluciones, sobretodo en el banquillo, se avecina un futuro similar al presente. A cuatro puntos del eterno rival, y sin dar miedo en Europa.

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